Y hasta aquí lo que se daba.
Estas últimas entregas me han costado un poquito más debido a que la agenda laboral no me ha permitido más constancia. Aún así, llego al final de esta maratón reconociedo que me he desinflado un poquito al llegar a meta. Me vienen a la cabeza esos atletas que caen rendidos justo antes de la llegada, o esas vejigas incontinentes que se aceleran cuanto más se acercan a su destino. Por fin!
Aún no he leido el blog de seguido. Supongo que estará cargado de chorradas y cosas de las que me acabaré arrepintiendo, pero es lo que tiene la inmediatez.
Sólo me falta daros las gracias a quienes habéis llegado hasta aquí y a mi amigo Pedro Alpera, quien me ayudó a poner el blog en marcha.
Besos para todas y hasta el próximo disparate.